Vida Sana
En 2014, el Centro Adventista de Vida Sana, con una reputación sólida como institución de salud preventiva en Argentina, enfrentaba el desafío de actualizar su imagen y comunicación.
La institución, reconocida por su enfoque en la salud integral y la prevención, se encontraba limitada por una identidad visual desactualizada y una estrategia de comunicación fragmentada que no reflejaba la calidad de su atención ni la calidez de su personal.
El desafío: renovar una institución de salud con historia
El reto no era menor: cómo modernizar la marca sin perder su esencia, optimizar cada punto de contacto con los participantes y mejorar la experiencia desde el primer contacto hasta mucho después de terminado el programa de salud.
A esto se le sumaba la complejidad de que Vida Sana es una clínica que está en medio de la delgada línea que separa la industria de la hospitalidad, de industria de la salud.
Redescubriendo la esencia
Nuestro enfoque se basó en la premisa de que la verdadera fortaleza de Vida Sana estaba en su gente.
Comenzamos con una exhaustiva auditoría de contenido, revisando desde materiales promocionales hasta menciones en prensa desde la década de 1980 en adelante.
Llevamos a cabo entrevistas con un espectro diverso de partes interesadas: desde directores y médicos hasta personal de limpieza y participantes de larga data. Este proceso nos permitió identificar un tema recurrente: la calidad humana excepcional y el trato cálido y profesional eran el verdadero diferenciador de Vida Sana.
Con esta idea clara, diseñamos una estrategia para humanizar la marca en cada interacción. Usamos herramientas como mapas de viaje del usuario y personas para visualizar todo el recorrido del participante, desde la primera búsqueda en línea hasta el seguimiento post-programa.
Un enfoque integral y gradual
La transformación se implementó de forma progresiva, abarcando varios frentes interconectados:
Renovación digital
El primer paso fue rediseñar el sitio web desde cero. Desarrollamos un nuevo sitio utilizando WordPress, con un diseño responsivo que priorizaba la experiencia móvil. La arquitectura de la información se diseñó para que fuera más accesible y fácil de navegar, reduciendo considerablemente las consultas telefónicas con las preguntas más frecuentes.
La utilización de metodologías ágiles, nos permitió crear variaciones y prototipos para luego validarlos con las distintas partes interesadas. Esto nos ayudó a llegar a soluciones que realmente aportaran valor y no fueran meramente estéticas.
«Los participantes destacaban la claridad del nuevo sitio», nos comentaron desde atención al público. «Ahora pueden encontrar la información sobre los programas y los precios sin necesidad de llamarnos, lo que nos liberó mucho tiempo».
Identidad visual auténtica
Redefinimos la identidad visual para reflejar la calidez y profesionalismo de Vida Sana, utilizando una paleta de colores inspirada en los ocho remedios naturales, que son clave en su filosofía.
En lugar de usar fotos de archivo, decidimos hacer sesiones fotográficas con el personal, capturándolos en sus espacios de trabajo.
Queríamos que los participantes pudieran reconocer a las mismas personas que veían en las fotos cuando llegaran al centro, creando de forma inmediata una conexión más personal.
Optimización de procesos y comunicación
Un hallazgo clave de nuestro análisis fue la sobrecarga de información que experimentaban los participantes al llegar. Estaban agotados por el viaje y se les entregaba montones de papeles con información irrelevante o confusa, lo que los frustraba. Rediseñamos la forma en que se entregaba la información, haciéndola gradual y contextual.
Además, rediseñamos desde formularios internos, como el de lavandería, que ayudó a reducir errores, y creamos materiales concisos, como un folleto que condensaba toda la información necesaria para los participantes al momento de su ingreso, hasta un documento que el equipo de ventas podía enviar por WhatsApp con los detalles del programa.
«La nueva organización de la información nos facilitó mucho nuestro trabajo», comentó una de las coordinadoras. «Ya no son montones de papeles desordenados; todo tiene un propósito y un momento».
Estrategia de contenidos
Para mantener la conexión con los participantes después de terminado el programa, implementamos una estrategia de contenido en el blog, con aportes del equipo de Vida Sana.
Empezamos con el área de psicoeducación y nutrición, y pronto se sumaron los médicos y profesores de educación física. Ahora, prácticamente todo el equipo crea distintos tipos de contenidos que van hacia las redes sociales o incluso materiales impresos como folletos o libros de recetas.
Una transformación integral
La renovación de Vida Sana tuvo un impacto profundo y multifacético:
Mayor eficiencia en las comunicaciones
La claridad en la comunicación redujo las consultas redundantes, permitiendo que el personal se enfocara en tareas más valiosas.
Experiencia de usuario mejorada
Desde la navegación del sitio hasta la estadía en el centro; cada punto de contacto se volvió más intuitivo y agradable.
Vínculos duraderos
El contenido generado por los empleados mantuvo a los participantes conectados incluso después de finalizado el programa.
Fortalecimiento de la cultura interna
El personal se sintió parte del proceso, lo que fomentó un mayor sentido de pertenencia y orgullo encontrando soluciones de manera colaborativa.
Lecciones aprendidas y mirada al futuro
Este proyecto demostró el poder de poner a las personas en el centro de la transformación.
Aprendimos que:
- La autenticidad es el mayor activo de una marca en el sector de la salud.
- La tecnología debe facilitar la conexión humana, no reemplazarla.
- El éxito sostenible depende del compromiso y la participación activa de todo el equipo.
Con esta base sólida, Vida Sana está listo para continuar evolucionando y adaptándose a las necesidades de sus participantes, siempre manteniendo su enfoque en la calidad humana que los caracteriza.